Alimentación canina: así se mantiene sano su perro

No hay prácticamente ningún otro tema sobre el que los propietarios de perros estén más en desacuerdo que la alimentación sana y adaptada a la raza del animal.

 

¿Qué pinta tiene la alimentación canina realmente sana?

 

Para responder correctamente a dicha pregunta es necesario observar más detenidamente la anatomía y la fisiología digestiva del perro.

 

¿Qué es un perro en relación con sus circunstancias anatómicas y fisiológicas digestivas?

La posición de sus ojos en comparación con los de un caballo, su mandíbula, un intestino más corto y el hecho de que digieran principalmente con enzimas señalan claramente en una dirección: es un depredador. Más concretamente, es un carnívoro lipófilo. Los lípidos le proporcionan ácidos grasos importantes, protegen sus órganos y son su suministro de energía más importante. Su energía proviene también de los hidratos de carbono, que a su vez son alimento para las bacterias intestinales responsables de un movimiento suficiente en el intestino. Utiliza las proteínas como ladrillos para la renovación celular y el crecimiento.

 

Esto significa que los alimentos para perros deben contener lípidos, proteínas e hidratos de carbono en una proporción adecuada para el perro.

Demasiados lípidos o hidratos de carbono pueden tener un efecto negativo en el peso del perro, las bacterias intestinales o la digestión; en cambio, demasiadas proteínas pueden afectar al comportamiento del animal o sobrecargar a la larga el hígado o los riñones.

 

Vemos pues que una alimentación equilibrada junto con unos cuidados adecuados a su raza es indispensable para la salud de su amigo de cuatro patas.

 

Por ello, una ración equilibrada debe estar compuesta por elementos animales y vegetales.

Posibles fuentes de proteína son, por ejemplo, la ternera, el pollo, el cordero, el caballo o el conejo. La carne como suministro de proteína destaca por su alta biodisponibilidad y es especialmente digerible. El pescado libre de tiaminasa es también muy valioso para la alimentación canina: el salmón y similares proporcionan al organismo la importante vitamina D, así como ácidos grasos omega 3 y 6.

Los elementos vegetales pueden estar formados por fuentes de hidratos de carbono como las patatas, el sorgo o el arroz, pero también por fibra bruta como el calabacín, la zanahoria, el diente de león, etc. Cuanto más frescos y no procesados sean los ingredientes, mayor es su valor. En estado fresco y no calentado, los antioxidantes pueden proteger el organismo de forma efectiva de los radicales libres. ¡Así, su perro permanecerá sano más tiempo!

 

Como propietario tiene la difícil tarea de elegir un alimento que se ocupe de las necesidades individuales del perro de entre todas las ofertas que los anuncios, la tienda de mascotas, los expertos en redes sociales o el veterinario proclaman como «sanas». ¡Y es que no todos los perros son iguales!

 

Es imprescindible ocuparse de las necesidades individuales de cada perro. La edad, el carácter, la gestación y la lactancia, las enfermedades o las alergias afectan considerablemente a la elección del alimento correcto.

Un perro joven tiene unas necesidades distintas a las de un perro adulto, que a su vez son diferentes de las de un perro mayor, un deportista activo o un perro guía.

Si, por ejemplo, un perro presenta una reacción alérgica al trigo, en este caso se le proporcionarán alimentos libres de trigo. Si el animal padeciera de diabetes, vigile a partir de ahora que el alimento tenga un contenido bajo en levadura. Siempre es conveniente estudiar la composición del alimento, compararlo y cuestionarlo de forma crítica.

 

Ante la duda, consultar a un nutricionista de perros puede ser un gran paso adelante.

Etiquetas: , ,