¿Qué pasa cuando un perro se hace mayor? Cambios importantes en el cuerpo del perro

No se puede evitar: en algún momento, nuestros perros se harán mayores. ¿Pero qué pasa en el cuerpo del perro cuando se hace mayor? Fundamentalmente, envejecer es un proceso biológico. Esto no puede evitarse ni deshacerse. Sin embargo, tenemos la posibilidad de influenciar la llamada fase de atrofia y retrasarla.

 

En el artículo le resumo los cambios relevantes para usted en el cuerpo del perro durante el proceso de envejecimiento natural. Esto le da a usted como dueño un mejor conocimiento de qué pasa con su perro cuando se hace mayor y le facilitará el manejo del día a día.

 

Los cambios visibles exteriormente: pelo, garras y demás

 

Aunque el proceso de envejecimiento exterior sea muy evidente, en la convivencia diaria solemos darnos cuenta de golpe de los signos de la edad. Uno mira a su perro y piensa de repente: «¡Dios mío, mi perro se ha vuelto gris!»

 

El encanecimiento del pelo en la cabeza también es el primer indicio evidente de que el perro se hace viejo. A esto se le añade una capacidad visual y auditiva inferior. Con el paso del tiempo, los movimientos se vuelven algo más rígidos y cada vez tiene menos ganas de moverse. A menudo, los perros pierden musculatura y tienen un aspecto «enflaquecido». Nuestros perros tienen una necesidad de sueño y descanso mayor y necesitan más tiempo para regenerarse.

 

A medida que sigue transcurriendo el tiempo, también puede encanecerse el pelo del resto del cuerpo. Sin embargo, lo rápido y mucho que encanezca el perro es totalmente individual y difiere de perro a perro. En conjunto, cambia la estructura y las características del pelo del perro. Se vuelve más erizado y, a veces, pierde brillo.

La piel del perro también cambia. Puesto que el cuerpo del perro está en su mayor parte recubierto de pelo, no nos resulta tan evidente, pero en puntos muy sobrecargados, como p. ej. los codos, se forman callos visibles. Tampoco son raras las verrugas en varios puntos del cuerpo. Si no está seguro aquí de qué se trata y de si es una verruga, le recomiendo que deje que su veterinario lo compruebe.

Un vistazo a las almohadillas de las pezuñas de su perro también es importante. Pueden agrietarse y necesitan un cuidado intensivo. Un punto muy importante es el crecimiento de las garras con la edad. Las garras de los perros crecen con más fuerza. Al mismo tiempo, los perros mayores corren menos. Por ello, necesitan también un cuidado especial. Le recomiendo que convierta el cuidado de las garras en una parte integrante regular del cuidado corporal de su perro y que no empiece cuando ya sea mayor. Así ya estará acostumbrado a que le corten las garras.

 

¿Qué pasa en el cuerpo cuando un perro se hace mayor?

Con el paso de los años, la división celular en el cuerpo se ralentiza hasta que finalmente se detiene. Esto tiene por consecuencia que la función celular se reduce. A una edad media, las células muertas se sustituyen por tejido conjuntivo; a edad avanzada, por tejido adiposo. Además, disminuye la proporción de líquido en el cuerpo. También se acumulan productos metabólicos finales en las células. Esta proporción de líquido reducida es muy evidente a primera vista en los humanos.

 

Mientras que nuestra piel con 20 años se ve fuerte y firme, se arruga y reseca con el paso del tiempo. Un tributo a la edad y un proceso totalmente natural. Pero lo que se ve exteriormente en la piel se aplica a todo el cuerpo. La «sequedad» del cuerpo aumenta.

 

La pérdida de proporción de líquido en el cuerpo también tiene sus consecuencias en el aparato locomotor. Ahí también se reduce. Los ligamentos y los discos intervertebrales se vuelven porosos, lo que aumenta el riesgo de hernias discales y roturas de ligamento. También la cápsula articular se encoge y el cartílago se irriga peor con líquido, volviéndose poroso. Lo mismo sucede con los huesos. Por consiguiente, pierden resistencia y estabilidad y aumenta el peligro de fracturas. Los músculos también se ven menos irrigados por líquido.

 

Metabolismo y sistema inmunitario

Los procesos descritos tienen en suma un metabolismo ralentizado como consecuencia. Esto significa que también cambian las necesidades energéticas. Al mismo tiempo, el sistema inmunitario se debilita. Así, el perro se vuelve más propenso a padecer enfermedades infecciosas y autoinmunes. La regeneración tras una enfermedad lleva un tiempo considerablemente mayor.

El metabolismo reducido también tiene efectos sobre las necesidades caloríficas de los perros mayores: se enfrían antes con la edad.

 

Consejo adicional: si el tiempo es frío y lluvioso, le recomiendo encarecidamente que le ponga un abrigo a su perro para protegerlo. A los perros tampoco les gusta pasar frío, y un abrigo para perros no es un accesorio de moda, sino una protección frente a condiciones meteorológicas desagradables.

 

Musculatura

Cuando los perros envejecen, la musculatura también se reduce y se debilita. La pérdida de musculatura no solo implica un rendimiento menor. Al mismo tiempo, aumenta la carga para huesos y articulaciones. Con la edad, las células musculares se reemplazan por células adiposas. Cuán marcada sea la pérdida de musculatura depende mucho de la actividad de su mascota. Así, si procura que su perro siempre esté activo, influirá considerablemente en lo musculoso que se mantenga cuando envejezca. Aquí pasa igual que con las personas: quien haya sido activo y permanecido en movimiento toda su vida, también en la vejez estará más en forma y será más eficiente. El proceso de envejecimiento se ralentiza.

 

Esqueleto

Como ya hemos mencionado al principio, los huesos y las articulaciones cambian con la edad, entre otros por la pérdida de líquidos. A medida que el perro envejece, se pierde la elasticidad del cartílago. Este disminuye especialmente en los extremos de las articulaciones. La superficie articular se reduce y con ello también la movilidad. Se rompen trozos de cartílago y aparece la artrosis. El líquido sinovial se vuelve espeso y está presente en menor cantidad. La cápsula articular se encoge. En los huesos se daña el labrum y aparecen espolones. Especialmente conocidas aquí son las excrecencias óseas en la columna vertebral en forma de espondilosis. Al mismo tiempo, las estructuras de tejido conjuntivo, como los discos intervertebrales, se vuelven porosos. También la masa ósea se reduce. Aumenta el riesgo de osteoporosis.

Todos estos cambios se ven agravados por el sobrepeso y la falta de movimiento. Por ello, procure siempre que su perro no padezca de sobrepeso, tampoco en su juventud, ya que esto influye en el envejecimiento del animal.

 

Sistema nervioso

La conductividad de los nervios disminuye. Esto puede conllevar problemas neurológicos. La conductividad nerviosa se ve afectada también por posibles compresiones de la médula por patologías de la columna vertebral, como hernias discales o espondilosis. A su vez, el cerebro también cambia. Esto se exterioriza en forma de alteraciones de la percepción o la orientación, igual que en las personas. La memoria también falla. A los perros les cuesta más orientarse en su entorno. Además, a menudo muestran una menor sensación de sed y beben menos. Aquí acecha el peligro de la deshidratación. Por ello, asegúrese siempre de que su perro bebe suficiente. Por cierto, con mucho aire fresco (suministro de oxígeno mayor) ayuda al cerebro de su perro y a que mantenga sus funciones.

 

Órganos sensoriales

Con la edad falla sobre todo la capacidad visual y auditiva. Cuando los sentidos fallan, esto puede provocar también cambios en el comportamiento. Por eso, su perro probablemente reaccione a ciertas situaciones con mucha más irritabilidad o temor; o todo lo contrario: con mucha más calma.

Su mascota necesita algo más de tiempo para adaptarse a situaciones nuevas y poner en práctica tareas en la comunicación con usted. Esto a menudo se interpreta erróneamente como terquedad o desobediencia, así que sea algo más indulgente con su perro y dele un poco más de tiempo.

 

Sistema cardiovascular y respiración

En el transcurso del proceso de envejecimiento natural, el rendimiento del corazón se debilita. Por consiguiente, pueden darse patologías como p. ej. insuficiencia cardíaca. En vista a esto, le recomiendo que compruebe regularmente la función cardíaca de su perro.

 

La función pulmonar también decae con la edad. Los pulmones se expanden menos y peor. La respiración cambia y el suministro de oxígeno disminuye. Aquí también se aplica: el movimiento regular al aire libre mantiene el sistema cardiovascular y la función pulmonar a raya y abastece de oxígeno al cerebro.

 

Por cierto: un cuidado dental insuficiente y la formación de sarro pueden ser detonantes para patologías cardíacas y de las vías respiratorias. Por ello, échele un vistazo regularmente a la dentadura de su perro y cuide sus dientes.

 

Resumen: ¿qué pasa cuando un perro se hace mayor?

No se puede evitar que un perro envejezca, pero sí podemos influenciar activamente el proceso de envejecimiento durante toda la vida del animal.  En el cuerpo del perro suceden innumerables cosas cuando se hace mayor. Siendo conscientes de estos cambios, para nosotros los dueños es más sencillo gestionarlos, entender las situaciones en las que el perro reacciona de manera diferente a como lo hacía antes y planificar la rutina diaria correspondientemente.

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